Informe Semanal de Política Exterior
WASHINGTON MILITARIZA EL CARIBE
Desde la crisis de los misiles de 1962, el Caribe no había presenciado tal acumulación de fuerza militar. Al despliegue del USS Gerald Ford –equipado con más de 75 aviones– se suman varios destructores, un submarino nuclear, cazas F-35 y enjambres de drones que representan el 10% de la fuerza total de su Armada. Esta tendencia, que responde al objetivo de Donald Trump de luchar contra el “narcoterrorismo”, constituye para muchos analistas un subterfugio del objetivo real: conseguir un cambio de régimen en Caracas. Según fuentes de la Casa Blanca que cita el New York Times, Trump está barajando opciones como la de atacar el caraqueño Fuerte Tiuna –el cuartel en el que pasa gran parte de su tiempo Nicolás Maduro– además de objetivos relacionados con el narcotráfico. El secretario de Estado, Marco Rubio, quiere aumentar la presión hasta derrocar al régimen, preferiblemente a través de un golpe militar de generales que se convenzan de que así podrán jugar mejor sus cartas en una eventual transición. El objetivo último de Rubio es Cuba, que según el economista cubano Pavel Vidal perdería el 7,7% del PIB si deja de recibir petróleo venezolano. Muchos analistas dudan, de que la cúpula militar ayude a destruir el sistema del que es la piedra angular. Las operaciones Just cause en Panamá y Uphold democracy en Haití concluyeron con la disolución de sus ejércitos. La líder opositora Maria Corina Machado promete generar 1,7 billones de dólares en los próximos 15 años a través de la privatización de la industria petrolera. Sin embargo, hasta ahora no hay ninguna señal de fisuras entre los militares pese a que la US Navy ha hundido ya a 17 supuestas narcolanchas. Estos ataques causaron la muerte de 69 personas: 44 en. Seguir leyendo
Las tarifas que se muestran se aplican a las compras a través de la plataforma web de Kiosko y Más
